desarraigo

La lejía huele a limpio,
como las hojas limpias
de los árboles de la puerta de la abuela
Como el limpio tronco
limpio de sucia savia.
Putrefactas hojas indignando
a las sabias de puerta con puerta.

La lejía huele a limpio
mientras penetra en los poros de la tierra
cuando alimenta las raíces tan pulcras.
La muerte a veces es muy aseada,
deja cadáveres exquisitamente cristalinos,
transparentes al ojo humano,
transparentes a la vida.

La lejía huele a limpio
pero no resulta bien como abono.


No hay comentarios: